BLACKWING 602, el lápiz de culto de 40 dólares
La historia de Blackwing 602 comienza en los años 30, siendo fabricados por la compañía neoyorkina Eberhard Faber, y rápidamente este lápiz se convirtió en favorito para el uso del día a día por artistas, escritores, músicos y compositores, como John Steinbeck (ganador del premio Nobel de literatura en el año 62), el compositor Stephen Sondheim (reinventor del musical americano y ganador de premios Oscar, Grammy y Golden Globe), Chuck Jones (el artista creador de los Looney Tunes que rehusó utilizar otro lápiz que no sea el Blackwing 602 hasta el día de su muerte), Shamus Culhane (quien fuera uno de los más conocidos animadores de la época de oro, trabajando para Walt Disney donde animó la más conocida secuencia del “Heigh-Ho” en Snow White y también estuvo como animador en Pinocchio, y que según se cuenta, pidió lo entierren con su lápiz Blackwing 602), Vladimir Nabokov (la adaptación que hizo de su novela Lolita para el guion del film dirigido por Kubrick en los 60’s lo escribió con un Blackwing), Ollie Johnston (el creador de Bambi), Quincy Jones y muchos más. Incluso hay todo un rollo acerca de la obsesión de Hollywood por este lápiz.
Medio siglo después, Eberhard Faber fue comprada en el año 1988 por Faber-Castell USA, quienes continuaron con la producción, y en la primera mitad de la década de los 90 la marca fue adquirida por otra empresa que, por el bajo volumen de producción, y sobre todo no querer invertir en arreglar la máquina que producía los clips que sostenían los borradores, simplemente fueron descontinuados en el año 1998.
¿Por qué se dice que es un lápiz de culto de 40 dólares?
En gran parte por los artistas, escritores y compositores que fueron fieles a la marca, y también porque, al ser descontinuada su producción, se comenzaron a pagar sumas increíblemente altas para un lápiz.
De esa manera los pocos Blackwing 602 que aún seguían en stock, se convirtieron en objetos míticos de culto, pasando de costar 20 centavos de dólar a un promedio de 40 dólares por unidad. Y lo increíble es que no eran precisamente coleccionistas quienes los compraban a ese precio, sino usuarios regulares de la marca.
El renacimiento y la creación de la cultura “Blackwing”
En el 2010 la empresa California Cedar Products (Cal Cedar) compró la marca y decidió recrear el mítico lápiz, con madera de alta calidad y una mina de grafito de primera, incluyendo el icónico “ferrule” que sostiene al borrador.
Pero para los seguidores más puristas, comenzaron con el pie izquierdo: Introdujeron al mercado un nuevo lápiz Blackwing con borrador blanco, cuerpo de color negro, la marca “Palomino Blackwing” grabada en dorado y la ausencia del clásico slogan que traía el 602.
Los seguidores de la marca original simplemente explotaron y se polarizaron en dos bandos: Los que odiaban lo que habían hecho con Blackwing y los que aceptaban esta nueva propuesta como una renovación de la marca más orientada para el mercado artístico.
Al poco tiempo, Cal Cedar se metió a los fanáticos más extremos al bolsillo cuando recrearon con total fidelidad al mundialmente famoso Blackwing 602, con su clásico gris perla, borrador rosado y el slogan grabado en dorado.
Ya en el 2020 decidieron eliminar la palabra “Palomino” del cuerpo del lápiz, y a la versión moderna de lápiz de cuerpo negro (con la cual revivieron a la marca) lo llamaron finalmente “Blackwing Matte”.
Con tan solo 10 años de haber regresado a la vida, la marca no solo ha logrado mantener la calidad y el culto, sino también generar toda una cultura alrededor de Blackwing, produciendo ediciones limitadas -de colección- con artistas super conocidos como Shepard Fairey (Obey Giant), Jean-Michel Basquiat, Corita Kent o Marcel Duchamp.
Características que lo hacen único.
Además de tener un diseño que lo hace distinto al resto de lápices de gama alta para artistas, cada lápiz tiene un grabado de color dorado brillante, un acabado de múltiples capaz de barniz que le dan ese toque “deluxe”, el corte hexagonal está hecho de tal manera que facilita un mejor agarre al cuerpo del lápiz, y obviamente los detalles más resaltantes: la madera es de incense-cedar californiano, la mina de grafito japonés de la más alta calidad y el famoso “ferrule” que sostiene al borrador.
Madera de incense cedar californiano
Los que usamos Blackwing podemos relacionarlo en primer lugar al intenso aroma que tiene la madera con el que está hecho, es de un tipo especial de cedro-incienso (incense cedar) californiano bastante aromático y resistente.
El grafito japonés del Blackwing
Blackwing tiene la particularidad que su mina de grafito (de origen japonés) además de ser de una excelente calidad es bastante versátil. Yo he probado las 4 variedades: Pearl, 602, Matte y Natural y absolutamente todas demuestran porqué la marca es un producto de alto nivel.
Para mi trabajo diario de bocetear y lograr líneas definidas y sombras sólidas en mis dibujos, utilizo solamente el Blackwing 602 y el Blackwing Matte respectivamente.
El borrador reemplazable
El “Ferrule” es un sistema de metal que tienen los Blackwing en la parte donde va el borrador, y consta de un espacio hueco donde se puede insertar el borrador siempre y cuando esté asegurado mediante un clip que es parte del sistema.
Esto hace que cuando el borrador se gasta, se pueda reemplazar por otro, o incluso cambiar de color de borrador a gusto.
Blackwing 602 y Blackwing Matte
El Blackwing 602 consta de una mina de grafito sólida que va en un rango entre B y 2B (pero con algo de presión he logrado exigirle alcanzar hasta 4B como máximo lo cual para un solo lápiz es totalmente asombroso), este lápiz tiene cierta suavidad al momento del trazo, y con razón en internet se pueden encontrar videos de caligrafía usando el 602. En definitiva, es ideal para escribir y para lograr líneas finas pero sólidas al momento de bocetear o dibujar, no por gusto tiene grabado el slogan “Half The Pressure, Twice the Speed”.
El Blackwing Matte es un lápiz súper suave, y tiene una mina de grafito en un rango entre 3B a 6B, y es mi preferido para lograr hacer sombras intensas y además dar valoración a las líneas y definirlas con un valor tonal más oscuro.
El único punto en contra que les encuentro a estos dos lápices Blackwing es que la mina de grafito se gasta rápido y hay que sacar punta constantemente, cosa que no sucede con los lápices “Layout extra black” de la marca General’s por ejemplo.
Accesorios
Como ya se imaginarán, al usar lápices Blackwing a diario, poco a poco se van desgastando hasta que me es bastante difícil usarlos.
Pues los Blackwing actualmente cuentan con un extensor de lápiz, súper fácil de usar aprovechando el “ferrule” que contiene al borrador, solo se extrae la placa que lo sostiene, en vez del borrador se coloca el extensor, y listo para usar los lápices hasta que no quede de donde tajar.
Off-topic: Recuerdo cuando era estudiante, unos 25 años atrás, había una mayor cantidad de tiendas de arte, una gran variedad de marcas y artículos de arte profesional. En aquellos años pude conseguir unos lápices Caran D’Ache (super top), y los usé hasta que no quedara nada de donde sostenerlo.
En definitiva, los lápices Blackwing si bien no son asequibles para todo el mundo, son bastante valorados por los artistas que acostumbramos usar materiales de muy buena calidad, y por algunos artistas que nos hemos unido voluntariamente a ese culto alrededor de la marca.
Nota: Si bien el nombre “Blackwing” no ha sonado mucho por estos lares, pues debo agregar que son hermanos mayores de los también icónicos lápices “Mongol”, y puedo afirmar con seguridad que todos los hemos usado alguna vez.
2 Comments
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Interesante instoria del Blackwing, ¿a que precio se encuentran en Lima? Me gustaría probarlo.
Fer
¡Gracias por tu comentario! Lamentablemente el Blackwing no está disponible en Lima, los tienes que comprar por Amazon o directamente con la compañía que los fabrica.