Bombardeando Lima

Muchos dicen que el graffiti en Lima aparece en la década de los 90, pero puedo afirmar en base al seguimiento gráfico que hice a través de los años, que el graffiti en Lima existe desde la segunda mitad de los 80.

En ese entonces había un incremento en la práctica del skate, existía la “Rampa Skate Park” que estaba en Javier Prado con Nicolás Arriola, y ya se podía conseguir revistas como THRASHER magazine y videos como Style Wars donde contaban la historia del graffiti en USA. Como todo arte, el graffiti parte de la admiración y la imitación, comenzando por los lugares que se frecuentaban, los parques, los barrios, etc. Muchas veces vi graffitis de Rat Bones por el barrio de La Aurora y por San Antonio, por poner un ejemplo.

Luego viene un vacío que aún no logro investigar en la primera mitad de los 90, pero supongo que esta ausencia de murales se da por la paranoia social y el terrorismo que era el contexto de esos años.

Es recién en el año 1996 que un día vagaba lateando entre los parkes del barrio de San Antonio, en Miraflores, después de haberme tirado la pera de mis clases de un curso de malamuerte que llevaba en el instituto ABACO, cuando me topé con un muro escrito con letras gordas, plateadas y bien llamativas, era un graffiti.

Ya antes había alucinado por ahi unas pintas pero más en la onda pandillera. Los Rapiñas eran un claro ejemplo, y siempre las veía por los pasajes y muros de terrenos baldíos que están por la calle De La Jara, en el limite de Surco y Miraflores.

Esta vez ví algo totalmente distinto y me atrapó de manera instantánea. Y no hablo solo de los colores y la composición tipográfica, sino ese atrevimiento a romper con lo cotidiano mediante el uso del aerosol, con una técnica libre y transgresora por naturaleza, oculta, clandestina.

Desde esa vez, abril o mayo del 96, comencé a seguirle los pasos a cuanto TAG y Throw-Up veía, pasándome las noches en la calle, sentado, dibujando los diseños de los graffitis que encontraba en un block.

Al poco tiempo, un graffitero comenzó a bombardear la ciudad, y no había espacio público donde no vieras un tag o un graffiti de él, se trataba de “TRANS“.

Foto: Tag de Trans. calle bellavista con Pardo – Miraflores

Pronto descubrí lo que significaba un Crew, esa especie de colectivo de graffiteros, la diferencia entre un ThrowUp y un mural, los tags, a quiénes y porqué les decían “Toys”, etc. También fui descubriendo lugares secretos, abandonados, con diseños más elaborados y un mejor uso del color, algunos atrevidos a jugar incluso con dibujos de personajes como si fuese un comic. Uno de estos artistas era Shyro (ahora NAF), y entre esos lugares estaban los muros de la carretera Panamericana Sur, desde el puente Primavera hasta la Javier Prado, los tanques-cisterna del acantilado Armendáriz y algunos muros de la bajada Balta.

Foto: Shyro @ Panamericana Sur

En una de esas caminatas nocturnas buscando graffitis, me encontré con una casa abandonada en la calle San Martín, en Miraflores, cerca al cruce de la avenida Reducto con 28 de Julio, fachada y balcón repletos de tags y throw-Ups, nuevos nombres como King, Garzo (el vocalista de la banda Metamorphosis), Nozer… de pronto se me hizo una manía eso de salir todas las noches a partir de las 11 pm en bicicleta a buscar nuevos tags, nuevos graffitis, nuevas indentidades de artistas anónimos.

Por una amiga me enteré que TRANS estudiaba en su colegio, que se llamaba Ralph, y que había venido de USA porque se metía en muchos problemas allá.

Trans comenzó pìntando POET, luego de conocer a la gente skater de los team Choncordia y New Incident, comenzó a parar con ellos y en una noche en San Antonio, fundaron el crew TR (Third Rail, Taking Risks), y de un momento a otro comenzó un bombardeo incesante de Throw Ups y Tags, pasabas con la combi por donde fuera y siempre había un TRANS con letras plateadas en algun muro. Al poco tiempo se les unirían Tibuk, Beas/Path, Nozer, Fact/Marz y Cystem.

Tibuk – Debajo del puente Primavera

Nozer

Cystem

En esa época iba de noche a la curva de Armendáriz, por el Edificio Scorpio, a la vuelta de lo que fue la pollería El Cortijo y un par de veces me kedaba sentado alucinando a algunos graffiteros comenzar a plasmar piezas complejas en una zona plagada de pasteleros y orates. A veces los veía llegar por la tarde con una mochila repleta de latas, alucinando el área donde por la noche plasmarían su arte.

Yo seguía documentando este proceso, tomando nota de los tags, dibujandolos en mi block, ya sea cuando lateaba o andaba en bicicleta con mi broder el Loco y comencé a encontrar otras pintas, otros crews como los AeroSoldiers (AS), al Crew AOK (King/Roase, Brain, Pyr, IAO/Garzo) y al 7CR.

Nombres que se me vienen a la mente como VoodoSapien, Shoker, Buia/Toe, Wizok/Skull, Coin y Morph… los parkes comenzaron a plagarse de millones de Tags hechos con betún griffin líquido y un tiempo despues vinieron los graffitis en otros lugares, como Barranco, el Cerro Centinela o los Paraderos de las playas de la Costa Verde.

Sapien – Bajada Armendáriz (Foto por Anto).

Una vez, lateando con mi causa Chino Hamann, camino a la tienda El Hueco de Alex Signori a comprar discos, pasamos cerca a un terreo cercado, abandonado frente al Olivar, dentro estaba repleto de graffitis con muy buen acabado.

Wizok – Panamericana por el Derby

Por este tiempo es que nos visita SEM, de Francia y junto a los TR pinta este muro en San Isidro cerca a Pardo y Aliaga x el Olivar (hoy es un edificio).

Años después aparecieron los BHC (NAF, Kiser, Daoe, Basic, Pesimo, Neat) y el FBL (Seimiek, Nesta, Ivore) y nueva gente comenzó a bombardear la ciudad, de pronto el Graffiti se convirtió en más que una movida, era ya todo un rollo artístico / urbano que llamaba la atención. Lo más alucinante luego de conocer a algunos de estos artistas fue saber que nos nuestra gran diferencia con respecto al graffiti mundial era que que aquí en Lima nadie mezclaba el graffiti con el hip hop o las pandillas, eran crews de amigos, y entre los crews había amistad. En Lima el graffiti comenzó con una onda más punk, grunge, de amigos, de juerga, de hierba y de skate.

Con el tiempo y ya a finales de la década de los 90 se hicieron campeonatos de skate, tanto en el Daytona Park como en la rampa de El Rancho, donde tambien se veían graffitis. Pero poco a poco una gran parte de esta gran mancha de artistas contemporáneos a mi, dejarían el país por cuestiones de chamba, economía y futuro, eran tiempos de crisis, y con ellos se llevarían su arte, dejándonos los recuerdos y dando paso a nuevas generaciones de graffiteros.

Astu/Sapien – Bajada de Armendáriz 1999

Astu – Panamericana por el trebol Monterrico

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Punto aparte, y estableciendo un paralelo a esta historia, en ese mismo 1996, decidí hacer graffiti. No tardé en recolectar aerosoles usados de las casas de mis amigos para practicar mis propios graffitis en la azotea de mi casa, ya había hecho stencil en el año 94, pero era más una onda callejera que artística. Al comienzo me fue difícil lidiar con la presión de la lata pero poco a poco comenzó a salir algo. En esa misma época ya firmaba mis dibujos o ilustraciones como “The Corpse”, y al comenzar a pintar en la calle, por la prisa del momento mutaría de “corpse-One” a simplente “CORPZ“.

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Definitivamente este artículo no hubiera sido posible sin la ayuda (para ordenar la info, recordar nombres, años y la colaboración con fotos) de Pepo (NAF), Diego (Seimiek), Anto1 y sobretodo de Jose NOZER.

Todas las fotos son por cortesía del desaparecido website Children of The Night, Art Crimes, Naf, Nozer y Anto1.