La Bolichera

Desde mi adolescencia, caminar ha sido mi forma de explorar el mundo, descubrir rincones únicos y coleccionar historias escondidas. Sin embargo, no fue hasta una de mis caminatas diarias recientes que me topé con un viejo recuerdo transformado: La Bolichera.

Ubicada en el límite de Surco y San Juan de Miraflores, esta emblemática embarcación, que alguna vez fue un punto de referencia muy conocido, ahora reposa en medio de un parque infantil, a una cuadra de donde la recordaba. Como es costumbre, empecé a cuestionarlo todo: ¿Por qué la reubicaron? ¿Cuál era su origen? Y así, comenzó mi búsqueda para entender los misterios detrás de su traslado y de su existencia misma.

La Bolichera

¿Cómo llegó La Bolichera a ser parte de un parque infantil?

A finales de los años 90, el terreno donde operaba el negocio de venta de autos Centriz fue vendido para construir el supermercado Santa Isabel, hoy Plaza Vea. Como La Bolichera era un ícono de la ciudad, la municipalidad decidió reubicarla a una cuadra de distancia.

En ese entonces, el alcalde de Surco, Carlos Dargent, junto con el ingeniero Jochamowitz (padre del piloto Ernesto “Neto” Jochamowitz), inauguraron un parque de niños alrededor de la embarcación. Así, lo que alguna vez fue el símbolo de un comercio pasó a ser un parque infantil.

¿Fue hecha a escala o es una embarcación real?

Algunas personas creen que La Bolichera era una simple reproducción a escala, un adorno llamativo más. Sin embargo, mi buen amigo, el historiador Henry Mitrani, me aclaró el panorama. Él, con su conocimiento heredado del negocio pesquero de su padre, me confirmó que se trata definitivamente de una bolichera de pesca de anchoveta. Aunque de tamaño menor al estándar, es auténtica y forma parte de las primeras embarcaciones construidas a fines de los años 50.

Centriz La Bolichera: El barquito de tierra firme

En la década de los 60, la familia Jochamowitz, conocida por su negocio automotriz, decidió colocar una bolichera encima de sus oficinas como un distintivo único. No era extraño escuchar a la gente referirse a este lugar como “el barquito en medio de la tierra.” Así nació Centriz La Bolichera, que no solo le dio nombre al concesionario, sino que se convirtió en un landmark metropolitano.

Centriz La Bolichera

Encuentros fugaces y memorias imborrables

Más que un símbolo comercial, La Bolichera fue testigo de momentos especiales. Con su ubicación estratégica en la salida hacia las playas del sur, era imposible pasar sin verla. Pero, además, su papel como paradero clave la hizo aún más significativa: allí convergían gente que llegaba de la ciudad y buscaba taxis o colectivos para entrar al distrito de San Juan.

Hay historias de parejas que se conocieron allí y sellaron su amor en ese icónico lugar. Para algunos, era el lugar perfecto para aventuras espontáneas; para otros, el sitio de citas inolvidables. De tantas coincidencias y encuentros casuales nació una frase que marcó generaciones: “Nos vemos en La Bolichera.”

El resurgimiento de una leyenda

A pesar de los años de descuido tras su reubicación, en los que incluso llegó a convertirse en un centro de monitoreo de Serenazgo, La Bolichera ha recuperado su esplendor. Hoy, pintada con colores vibrantes y rodeada de risas infantiles, sigue siendo para mí —y para muchos— un recordatorio de lo inolvidable que puede ser un simple objeto en el mapa de nuestras vidas.

Más que una embarcación, es un símbolo de encuentros, historias y momentos que marcaron generaciones. Porque, aunque los tiempos cambian, La Bolichera siempre será parte de nuestra memoria colectiva.

La Bolichera, Santiago de Surco

2 Comments

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Markusreply
March 14, 2025 at 9:15 pm

Por poco y me pajareo con la ballena qe estaba en las primeras cuadras de la av Areqipa… Juazzzz

corpzreply
March 25, 2025 at 5:19 pm
– In reply to: Markus

Es cierto, la ballena que era un acuario, cuál será la historia de esa legendaria ballena…

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